John Tidd analiza en su tribuna en Cinco Días la encrucijada en la que se encuentra la bolsa de China. Las valoraciones son actualmente las más baratas que podemos encontrar entre los principales mercados globales, pero se han visto envueltas en una ola de pesimismo alimentada por los riesgos económicos y geopolíticos
China sigue siendo un imán para los inversores, debido a su potencial económico a largo plazo. Este atractivo se sustenta en una serie de factores clave que sustentan el optimismo en torno a su crecimiento futuro. Con una trayectoria de crecimiento prevista que podría superar a otras economías desarrolladas, una clase media en expansión que alimenta una demanda cada vez mayor de bienes y servicios, y una tendencia constante de urbanización que crea un amplio mercado interno, China se ha convertido en un destino atractivo para los negocios. Además, su liderazgo en innovación tecnológica, particularmente en sectores como energía solar y vehículos eléctricos, junto con el respaldo gubernamental a través de políticas de estímulo económico, fortalece aún más su atractivo como un mercado en constante evolución y expansión.
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La bolsa china: un ejercicio de equilibrismos entre riesgos y oportunidades